El divorcio puede ser un proceso traumático para todos los involucrados, especialmente para los niños. Si además de las incertidumbres sobre la custodia de los hijos, añadimos culpabilizaciones y acusaciones la situación es traumática para los hijos. Además, puede acabar en un procedimiento penal que prive a uno de los progenitores de su derecho de custodia e incluso de visitas.
Los clientes a menudo nos preguntan si todos los divorcios acaban mal, y nuestra respuesta es rotundamente no.
Diseñar un divorcio constructivo, por el bienestar de todos, y principalmente de los hijos, es nuestra vocación y nuestra obligación.
Sabiendo las claves, sí es posible conseguir un muy buen acuerdo de divorcio. Tener un divorcio constructivo es posible y está a tu alcance. Con la mejor asesoría legal y apoyo emocional puedes conseguirlo.